Las cifras de afiliación a la Seguridad Social arrojan la crudeza de la realidad que vive el colectivo de los autónomos en nuestro país desde el inicio de la pandemia con una conclusión clara: solo las ayudas aprobadas por el Gobierno de cese de actividad y bonificaciones mantienen el saldo de cotizantes al Reta en positivo. Toda vez, que mientras que el régimen de autónomos ha crecido en 24.948 trabajadores en el último año -con datos a marzo de 2021-, los ingresos por las cuotas a la Seguridad Social de estos trabajadores han caído un 20% a cierre del pasado año.
Concretamente, según arrojan los datos de ejecución presupuestaria de la Seguridad Social, las aportaciones durante el conjunto del 2020 de los autónomos al Reta ascendieron a 8.949 millones de euros, lo que supone un recorte de la recaudación del 19,1% respecto al año anterior, cuando esta llegó a los 11.070 millones de euros.
Además, como resultado del esquema de ayudas aprobado por el Gobierno para el colectivo desde el inicio de la pandemia y cuya prórroga última durará hasta el 31 de mayo, el otro gran descenso de la cotización de los autónomos se aprecia en la aportación que realizan para el desempleo estos trabajadores, conocido como cese de actividad, y que en línea con la cuota general también retrocede en un 21,9% en el último año, pasando de 287 millones de euros a 224 millones en el pasado ejercicio. Cabe recordar, que esta ayuda de 600 euros de cese de actividad extraordinario, en las cuatro modalidades que se articularon para poder acceder a la prestación se recogía la exención del pago mensual de la cuota al Reta.
Precisamente, el pago de estas ayudas ha comportado en el último año un esfuerzo protector por parte de la Seguridad Social sin precedentes, acuciado por el estallido de la pandemia y la aplicación de restricciones para mitigar el impacto de la misma.
Concretamente, según los datos de la Seguridad Social, las prestaciones extraordinarias para autónomos acumulaban un gasto hasta 31 de diciembre de 4.935,78 millones de euros. Asimismo, las exoneraciones de las cuotas de aquellos autónomos perceptores de las prestaciones extraordinarias han supuesto menores ingresos por un importe estimado de 2.241,06 millones de euros. A ello se une la concesión de moratorias en el pago de las cotizaciones a las que se han podido acoger las empresas y los trabajadores por cuenta propia que hasta diciembre de 2020, alcanza un importe de 26,23 millones de euros. De modo que los esfuerzos de la Seguridad Social solo sobre el colectivo de trabajadores por cuenta propia ascienden en el primer año de pandemia a más de 7.200 millones de euros.
En este sentido, solo en el mes de marzo de 2021 -último dato disponible- el Reta sumó 15.245 autónomos, situándose la cifra total en 3.277.500 trabajadores con motivo del leve impulso que supuso la Semana Santa para los negocios. Pero lejos de lo que puede parecer un desempeño más que positivo de las afiliaciones del colectivo, las asociaciones representantes advierten de nubarrones en el horizonte.
Así, la afiliación a último día del mes de marzo muestra que hay 743.628 trabajadores en Erte; a pesar de la bajada del paro en casi 60.000 personas, aún hay 401.328 parados más que hace un año, y en cuanto al número de autónomos, si bien es positivo que el Reta haya sumado 15.245 autónomos, a 31 de marzo hay 470.000 trabajadores por cuenta propia percibiendo la prestación por cese de actividad.
Afiliación ‘ficticia’
«Sin duda, es positivo que se haya sumado 15.245 autónomos más durante el mes de marzo, pero aún seguimos con la incertidumbre de saber qué ocurrirá con los 470.000 autónomos que están en cese de actividad y, por lo tanto, dados de alta en Seguridad Social», señala el presidente de ATA, Lorenzo Amor.
Además, explica el representante de los autónomos que «la recuperación de las actividades está ligada a los índices de vacunación. Hay que apretar en la vacunación. Seguimos teniendo 1,2 millones de ciudadanos que están o bien en un Erte o cobrando la prestación por cese de actividad establecida para los autónomos. Muchos volverán a su puesto de trabajo o reanudarán su actividad, pero a otros muchos les será imposible poder hacerlo».
«La recuperación será lenta, gradual y suave. Por eso se hace necesario impulsar cuanto antes la prórroga del cese de actividad para el colectivo», concluye Lorenzo Amor.
«Si no queremos asistir a un desplome sin precedentes de actividades en los próximos meses, será necesario inyectar a todos los sectores las ayudas que han sido aprobadas por el Real Decreto Ley de hace dos semanas, por las cuales se pondrán en circulación 7.000 millones de euros del Plan de Rescate desarrollado por el Ministerio de Economía», advierten desde UPTA.
En este sentido, su presidente Eduardo Abad explica que «seguimos negociando con la ministra Calviño la inclusión de todos los sectores que están padeciendo una minoración de más del 30% de su facturación con respecto al ejercicio 2019, ningún autónomo en estas circunstancias puede quedar al margen de esta ayuda vital para su supervivencia. Sería una autentica temeridad abandonar a su suerte a miles de trabajadores».
Fuente:El Economista