España tiene en el Brexit una oportunidad para potenciar el turismo de compras en hasta 2.600 millones de euros por el cambio en el tratamiento fiscal que afecta a Reino Unido y a sus ciudadanos en sus viajes a la Unión Europea.
Con la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) los residentes en las islas británicas, entre los que figuran más de 304.310 españoles -a cierre de 2020-, podrán comprar libre de impuestos en los países comunitarios, excepto en Canarias donde no hay tax free. Asimismo, los extracomunitarios que viajaban a Reino Unido y que podrían movilizar las compras a otros países al perder el beneficio fiscal.
«El potencial para España dependerá de la capacidad que tengamos de coger cuota de mercado sobre los 1.100 millones de euros para británicos (incluidos expatriados) y los 1.500 millones de euros correspondientes a las compras de extracomunitarios que visitaban Reino Unido y que ahora trasladarán sus compras a otro país», explica Luis Llorca, director general de Global Blue, primer operador internacional de tax free. El volumen que efectivamente captará España es una incógnita. «Es difícil de evaluar en el contexto que vivimos ahora y con todavía muy poco histórico, pero el orden de magnitud es de cientos, incluso miles de millones», subraya Llorca.
El informe El Brexit y España como destino de compras, elaborado por Global Blue, revela que seis de cada diez turistas del Reino Unido están dispuestos a gastarse en compras un 50% en sus viajes por suelo comunitario. Una intención que coloca a España como principal país receptor de turistas ingleses de incrementar sustancialmente el gasto que estos generan. Antes de la pandemia, en 2019, llegaron a territorio español más de 18 millones de británicos, de los que 11 millones lo hicieron a la Península y Baleares, donde pueden ya aplicarse la exención fiscal -devolución del IVA-.
En cuanto al impacto para la economía española, Llorca señala que «existe una correlación entre la devolución de IVA por compras en comercios y el impacto positivo en PIB (Producto Interior Bruto». «Ello viene determinado por dos factores: la aceleración del consumo y la contribución que el comercio tiene en el PIB, tanto contribución directa como indirecta», agrega. Así, «en términos generales, por cada euro adicional de devolución de IVA (tomando como base la devolución de IVA del año 2019 por compras tax free que fue de 2.570 millones de euros), la demanda se incrementa en 1,45 euros y el PIB se incrementa en 35 céntimos», afirma.
Además, el directivo de Global Blue hace hincapié en que «es erróneo pensar que hay una pérdida fiscal; en las economías desarrolladas, las exportaciones no se gravan con impuestos al consumo (IVA); en el Tax Free shopping, la operación es una exportación y, por tanto, no lleva IVA. La problemática es que cuando el viajero compra en la tienda tiene que pagar el IVA porque aún no ha pasado la aduana y una vez que ha acreditado que pasa la aduana, le devolvemos el IVA».
Competidores
España compite con países como Alemania, Francia, Italia o Portugal para atraer a los turistas de compras británicos y extracomunitarios. Lo hace desde una cuota de apenas el 9%, pero con el potencial que le otorga ser el destino favorito de los ingleses.
FUENTE: El Economista